La Mala Fe: Supremacía, Intolerancia, Ideologización y Politización de Todo

En la Isla de Cuba.

Cuando  en un país, todo lo que socialmente ocurre  es juzgado por las autoridades de acuerdo a su buen criterio político-ideológico, estamos ante una sociedad dividida entre el grupo supremacista que juzga el bien y el mal, la condescendía o el castigo ,de acuerdo a su voluntad, sus intereses de poder hegemónico y a los caprichos de quienes detentan el control de la sociedad.

En una sociedad así, la intolerancia y el irrespeto al derecho de los demás se convierte en un hecho normal, cotidiano, aberrante, en un juego de mentiras y  verdades a medias entre los gobernantes supremos , dueños de vidas y haciendas, y los demás,(los OTROS) , el pueblo, sean estos seguidores o no, de esos caballeros de horca y cuchillo, quienes determinan, como dioses, en donde residen las verdades, las mentiras y las grandes verdades de todas sus mentiras.

Esto me recuerda la vieja historia del europeo, el chino y el africano que fueran al cementerio el mismo dia y a la misma hora para honrar a sus queridos difuntos. El europeo llevaba bellas flores con profundo perfume, el chino llevaba un plato bien condimentado  de low mein con maripositas chinas y frutas de lichy, el africa no traía un pequeño pañuelo rojo en donde tenía unos collares de cuentas hecho de diversas y coloridas semillas, y un  polvo compacto  rayado de la cáscara del huevo o cascarilla como se le llama comúnmente.

Todos hicieron sus oraciones a los espiritus de sus seres queridos no muy lejos el uno del otro. El europeo terminó primero que los otros dos hombres los rituales que había hecho y colocó en la tumba su ramo de flores. Sin embargo, no se retiró del lugar. Su curiosidad le mataba. Pacientemente estuvo una media hora más en el lugar, simplemente sin hacer nada.

Cuando el chino y el africano terminaron, cosa que ocurrió casi al mismo tiempo, el europeo con decencia, aunque con cierta arrogancia, se acercó a los dos desconocidos les pidió conocerles. Los tres se estrecharon los unos a los otros sus diestras. Dirigiéndose al chino el europeo en posición de ser el poseedor de la VERDAD le preguntó:

---Perdóneme la pregunta. ¿Cree usted sinceramente que sus difuntos van a comerse ese comida que usted les trajo?.

Una muy leve, casi imperceptible sonrisa entre cínica y burlona se dibujó en sus labios. El chino, sin alterarse en lo más mínimo, sin ninguna vacilación le contestó:

---Después de que sus queridos difuntos huelan las flores que usted les trajo, los mios se comerán la comida que les he dejado.

El africano no esperó  ser preguntado luego de lo que había presenciado y simplemente , moviendo la cabeza de lado y lado y luego dirigiéndose al europeo apuntó:

---Bueno, yo sólo debo decir que después de que sus seres amados, que en gloria de Dios estén, huelan las bellas y olorosas flores que usted le trajo, y los seres queridos de Lao Tse se hayan comido ese rico manjar, los espiritus de mi familia se pondrán esos collares, se huntarán la cascarilla y usarán el pañuelo rojo para secarse el sudor después de contorsionarse ante Changó.

Esta vieja historia que nos demuestra como funciona la intolerancia nos dice que aquellos que se creen tener la verdad, simplemente lo hacen por tener un inmenso poder, sea este económico, político, cultural o social o todos esos poderes a la vez.

El europeo pretendía burlarse de los otros, y en un intercambio entre iguales en ese momento, el cazador resultó cazado. Un científico diría que ninguno tenía razón en lo que decía, pues los muertos no podrían ni oler flores, ni comer, ni limpiarse el sudor.

Todos, cumplían , a su manera, de acuerdo a sus culturas, de acuerdo a su historia étnica, un rito de amor, de recuerdo y de ternura humana hacia sus queridos que habían partido de este mundo antes que ellos.

Sin embargo, la pregunta del europeo arrojaba arrogancia, supremacía cultural, intolerancia y cierto desprecio hacia los otros dos hombres que no actuaban de la misma manera en que él lo hacía, una manera que consideraba como la verdaderamente” civilizada y culta” .

Por eso la intolerancia es un acto de mala fe. Lo mismo que es intolerante y de mala fe reprimir, acosar, victimizar, reprimir, encarcelar, deportar, incluso matar a otra persona que no analice, piense, ni vea el mundo como lo piensan y lo ven aquellos que detentan el poder.

Si un gobierno en  el poder  lo politiza todo, lo ideologiza todo, que teme y actúa contra los demás cuando estos no comparten su visión de la sociedad, de la vida, de la manera de hacer las cosas, ese gobierno está subvirtiendo y cosificando a todo el país.Lo está mutilando y degradando en sus propias raíces.

 Para que se logre el bienestar general de todos los ciudadanos,se precisa el fin de la intolerancia  hegemónica-supremacista, antidemocrática y de élite, que sólo sirve para engendrar la doble, la triple moral, y la desintegración de  la condición humana.

El monopolio ideológico-político de un grupo que controla todas las esferas del Estado, la economía, la vida social y cultural de un país, irremediablemente  provocará la rabia social, el doblez permanente y alienante que termina  aniquilando todos los valores humanos legítimos  y convertirá en burla hiriente, todos los falsos mitos que pretenden inculcar en la mente de la población los supremacistas.

La Mala Fe,se sostiene por el miedo a ser reprimidos que tienen, consciente e inconscientemente, todos los sometidos y subordinados, quienes se muestran aparentemente tranquilos, no por amor al sistema de intolerancia hegemónica-supremacista, ni por admiración hacia los gobernantes ,

Otro ejemplo clásico de la Mala Fe y de la politización de todo cuanto ocurre en la vida social está vinculado a la marginación a la que han sido forzados los ciudadanos del grupo negro-mulato. Los teóricos anti-racistas de la isla,están más preocupados por la estabilidad del sistema político-ideológico existente que en darle solución a ese trascendental problema nacional.

Pudiera decirse que si la solución no la hace el gobierno no habría jamás solución, pues todo tiene que proceder del grupo dominante, de lo contrario, sea gente de dentro o de fuera de Cuba los que quisieran resolverlo ello sería actividad enemiga.

Para el sistema que todo lo politiza e ideologiza no pueden ni les interesa pensar en que, por ejemplo: Una familia de hambrientos,  ya famélicos y a  punto de morir, cuyo mayor y urgente problema es un plato de comida. No les puede interesar si la comida proviene de un rico, de un pobre, de una persona de la clase media, si viene de un chino, de un negro, de un blanco o de un mulato. Si proviene de un partido político o de una Iglesia. No le interesar, no le puede interesar si viene de una mujer o de un hombre, de un capitalista, de un comunista, de un socialdemócrata o de quien sea. Lo que ellos quieren es comer y que le resuelvan su HAMBRE de una vez y por todas y a sus futuras generaciones.

Estos hambrientos no sólo desean esa urgente asistencia, sino que les brinden las condiciones necesarias para que mediante sus propios esfuerzos y la solidaridad social dentro de una sociedad plural y de iniciativas personales y colectivas, poder labrar el futuro de las generaciones presentes y futuras.

Todos o casi todos sabemos que así funciona el ser humano.Si esto es así,como es posible que se pueda politizar el sufrimiento de los millones de marginados cubanos (negros- mulatos ) que sufren dia a dia y por meses, años, quinquenios, décadas, sin que puedan dirigirse a las instituciones hegemónicas o puedan hacerlo por si mismos, en aras de eliminar para siempre su situación humana.

Constituye un acto de mala fe, cuando los ideólogos oficialistas afirman    que los que luchan por la construcción de la Nación cubana, dentro y fuera de Cuba, y desean  desarraigar de Cuba,  por siempre y para siempre, el Racismo, deben ser excluidos, tildados de agentes del enemigo y no se les permita realizar su labor humanista e histórica, porque según los supremacistas cubanos, esas personas se inscriben dentro de un supuesto plan de Estados Unidos que pretende utilizar el Racismo existente en Cuba como un instrumento para eliminar el socialismo.

Es decir, que la politización del sufrimiento provocado por el Racismo y por tanto la desunión nacional, puede quedarse eternamente  para no molestar ni dañar ni con el pétalo de una rosa el sistema político intolerante e ideológicamente sectáreo que se ha apropiado de Cuba.

De hecho estos ideólogos totalitarios le están diciendo a los hambrientos del ejemplo: “Mejor se mueren de hambre usted y su familia señor mio antes de que reciban hoy, mañana y en el futuro el sustento diario y el pan nuestro de cada dia, si ese pan no viene de esos señores del poder hegemónico socialista que tanto le aman, que son muy buenos, que les aman con delirio,pero que no tienen ahora ni tiempo ni recursos,( para no decir voluntad política), para evitar que ustedes estén condenados a muerte. No se preocupen, le vamos a dar un entierro feliz a todos ustedes y tal vez también a  las próximas generaciones de su familia. Creemos que debían  agradecernos este gesto”