¿Puede un sistema totalitario eliminar la exclusión social, el racismo y la discriminación étnica?
En múltiples conversaciones e intercambios con académicos, profesores, intelectuales, estudiantes, con gente no especializada pero interesada en los asuntos sociales y políticos, cada vez que analizamos si un régimen totalitario sería la mejor opción o una positiva posibilidad para acabar con estratégicos males sociales como la exclusión social, el racismo y la discriminación étnica, en un porciento de más de un 90% la respuesta es un rotundo NO.
Esta gran mayoría piensa que el totalitarismo es y sería incapaz de darle solución a estos graves problemas debido a la propia esencia totalitaria, la cual consideran, y yo también, como una estructura de poder ideológica sectaria, dogmática, intolerante, que trata por medio de la intimidación, la propaganda única y sistemática, el control absoluto sobre todos los medios de información masivos, la burocratización bajo control estatal de los sindicatos, las organizaciones sociales, culturales, deportivas y de todo lo que social, colectiva o individualmente late dentro de las sociedades bajo su absoluto dominio.
Esa gran mayoría piensa que la existencia de una cúpula elitista en la cima de la pirámide de poder, sólo actúa a favor de sus propios intereses de poder absoluto y permanente, y por tanto, para ellos, resulta de una suprema inconveniencia, incorporar masivamente a los destituidos, a los excluidos, a los discriminados, por cuanto ello les abriría un pequeño espacio democrático que a la larga se convertiría en un boomerang que daría al traste con sus intereses de poder absoluto de por vida.
Esta experiencia masiva, nos lleva a preguntarnos: ¿qué es el totalitarismo y cuáles son sus características principales ¿ Es el totalitarismo de derecha, de izquierda, religioso, capitalista, comunista o socialista?, ¿o es simplemente una estructura de poder absoluto que trata permanentemente de imponer su ideología política, religiosa, racial o étnica al resto de la sociedad?
Las ciencias sociales, filosóficas y de filosofía política nos definen el totalitarismo de la siguiente manera: el totalitarismo no es más que un sistema político controlado por un solo partido político, o una élite, o una clase, o una sola persona quien se apoya en un grupo que le sigue ciegamente y quien por su carisma personal , atractiva personalidad o por las promesas hechas previamente a los ciudadanos adquieren un fuerte poder de manipulación.
El totalitarismo carece de límites o no existen límites a su autoridad y decisiones. Estos sistemas políticos regulan y controlan todos y cada uno de los aspectos de la vida social, tanto de la vida pública como la privada de los ciudadanos. La ley y las instituciones que crean, están todas hechas para cumplir un simbolismo una formalidad, pues en esencia todas se crean como meras pantallas para que los que gobiernan sigan ejerciendo y controlando el poder absoluto .
El culto a la personalidad del líder y/o los líderes se produce a través de una propaganda sistemática que se publicita por todos los medios de comunicación de masas que controla de forma monopólica el estado totalitario (televisión, radio, cine, periódicos, revistas), vallas anunciadoras, posters, etc, etc.
El estado totalitario es el portador y el portavoz de la verdad. Quien no siga esa verdad debe esperar la marginación, el ostracismo, la cárcel, el exilio o la muerte. Eso significa una forma metamorfoseada, con el pretexto de defensa de su ideología, de terrorismo de estado.
Hitler (capitalismo), Stalin (socialismo), Pol Pot (socialismo-feudal), Kim Il Sung (socialismo de guerra), Enver Hoxa (socialismo ortodoxo), Milosevic (economía mixta), Amadineyad (mixto-religioso), Francois Duvalier (economía de mercado) son entre otros, ejemplos vibrantes del sistema político totalitario.
Hoy dia hay resurgimiento , sobre todo en América Latina de transformar sistemas políticos de democracia imperfecta en sistemas políticos de capitalismo de estado- totalitarios-populistas basados en la personalidad de un individuo que avanza sus poderes personales y los de su grupo incondicional , a tener poderes ilimitados y una permanencia ilimitada en el gobierno de sus países.
No se debe confundir a los regímenes totalitarios con las dictaduras militares, cívico-militares, que ejercen una fuerte represión criminal y control autoritario contra sus poblaciones, y particularmente contra aquellos que consideran sus opositores, pero que no intervienen en la vida pública y privada de los ciudadanos en general , ni tampoco intervienen o prohíben el acceso de la ciudadanos en general, a tener propiedad o salir y entrar de sus paises de origen libremente. Ejemplos pudieran ser : el gobierno del derrocado Hosni Mubarak en Egipto y Augusto Pinochet en Chile.
El totalitarismo, al no tener en cuenta los deseos, aspiraciones y voluntad del pueblo, en su sectarismo ideológico y excluyente, autocratismo, dogmatismo y privilegiado poder incontestado de la élite gobernante, tiende a ser dinástico.No sólo los líderes se eternizan en el poder, normalmente hasta la muerte, sino que pretenden en vida ir trasladando ese poder absoluto a sus parientes, hijos, nietos, sobrinos y nuevos parientes políticos (yernos, nueras)
El ejemplo clásico es el de Kim Il Sung y su hijo Kim Yon Il en Corea del Norte.
Por todo esto que hemos dicho sobre el totalitarismo, parece claro que el gobierno cubano encaja perfectamente con la definición totalitaria. Entre aquellos ideológos cubanos de la Cuba actual, que ilusoriamente,o tal vez intencionadamente, pretenden decirnos que el gobierno cubano puede solucionar después de 52 años, el muy mal tratado problema racial de la Isla, nos parecen sus propuestas muy poco creíbles por ingenuas o por oportunistas.
La historia, madre de todos los conocimientos, nos enseña, que sólo en un ambiente anti-sectario, anti-dogmático, repleto de libertades públicas, lleno de tolerancia y de respeto hacia los que no piensa igual que el oficialismo y sus partidarios, plagado de garantías legales de todo tipo para el ejercicio del discurso y la protesta cívica , es como se pueden lograr las condicione s necesarias , para una genuina , pacífica y civilizada discusión en todos los rincones de la isla de Cuba, para que luego se comiencen a aplicar, las leyes que robustecerían la aplicación de los derechos de todos los ciudadanos y establecer los programas económicos, sociales, educacionales y culturales que provean la libertad, la igualdad y la equidad de los cubanos independientemente del color de la piel de cada quien.
Estos serían los pilares del surgimiento de una verdadera Nación, pues estaríamos como pueblo, ausente de divisiones y exclusiones entre los cubanos de cualquier color de piel. Es decir, habría comenzado el verdadero fin del Racismo y la construcción de la Nación cubana..
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